En la semana del 25 de agosto, el Pacto Histórico prevé radicar una reforma al Congreso que promete cambios de fondo en este órgano del Estado.
De hecho, desde el partido de gobierno aseguran que la iniciativa podría aterrizar el martes, 26 de julio, en el Capitolio.
Allí se incluirán puntos de gran calado, algunos de los cuales se podrán aplicar desde este cuatrienio y otros comenzarían a regir desde 2026.
Uno de los puntos es la reducción del salario de los senadores y representantes a la Cámara.
La reforma prevé establecer un tope en la remuneración, es decir, sumando salarios, gastos de representación, primas especiales, entre otros rubros que reciben los parlamentarios.
Así las cosas, el límite sería de 25 salarios mínimos mensuales, lo que implicaría una reducción de entre $10 millones y $15 millones.
En todo caso, este ajuste solo podría aplicarse a partir de 2026, ya que los actuales miembros del Legislativo no pueden afectar o beneficiar sus propios ingresos.
La reforma también contempla limitar la reelección indefinida de los congresistas, estableciendo un límite de tres periodos.
Con esto se busca lograr una renovación gradual del Capitolio, que dé lugar a nuevos liderazgos y “ponga fin a los congresistas ‘atornillados’, dijo el Pacto Histórico.
Otros puntos
La iniciativa, que será radicada por Iván Cepeda, Catherine Juvinao y Gustavo Bolívar, también prevé una reducción del periodo de vacaciones de senadores y representantes.
Así las cosas, el primer período de sesiones comenzaría el 20 de julio y terminaría el 20 de diciembre, y el segundo iría del 20 enero al 20 de junio.
De esta forma, el receso legislativo en Colombia pasaría de cuatro a dos meses por cada legislatura.
“El prolongado receso actual carece de justificaciones técnicas y políticas, siendo una de las principales demandas de la ciudadanía que ve como injusta la brecha entre los congresistas y la ciudadanía de a pie”, anotaron los autores del proyecto.
El último punto será el fortalecimiento de las causales de pérdida de investidura de los congresistas, combatiendo el ausentismo parlamentario.
Se propone que la inasistencia a comisiones constitucionales también genere la pérdida de investidura de los congresistas.
Actualmente, no es obligatorio asistir a estas instancias, por lo cual se hará más exigente el trabajo de los parlamentarios.
De esta forma, si reiteradamente faltan a sus jornadas de trabajo, podrían perder más fácilmente su curul o puesto.
“Colombia merece un congreso a la altura del momento histórico y de la exigencia de cambio que la ciudadanía ha expresado en las urnas”, concluyeron los miembros del Pacto Histórico.