Al proceso de elección del próximo Contralor General le apareció un nuevo bache en el camino. Karol González Mora, quien fue incluida en la segunda lista de elegibles que entregó el Congreso saliente, renunció a la aspiración a ese cargo.
González es especialista en Derecho, actualmente trabaja en la Contraloría General, fue asesora de Planeación del Distrito y laboró como representante legal de una compañía que tuvo contratos con el sector público.
Además, es la esposa del exsecretario de Gobierno de Bogotá, Luis Ernesto Gómez, quien renunció en medio de la campaña para la segunda vuelta de las elecciones para respaldar al presidente electo, Gustavo Petro, en esa contienda.
PUBLICIDAD.
Por este antecedente, la abogada detalló que cuando se inscribió en la convocatoria su pareja ejercía como funcionario de la Alcaldía de la capital, pero que ahora él está involucrado de forma activa con el proyecto político de Petro.
“Por esta razón, y en coherencia con mi visión y convicción sobre la necesidad de una vigilancia y control fiscal independiente, he tomado la decisión de hacerme a un lado del proceso de selección”, escribió Karol González.
Su perfil había sido elegido entre 230 aspirantes, pero era la más joven de los diez candidatos que llegaron hasta la recta final cuando se elaboró el segundo catálogo de opcionados. Así las cosas, quedan nueve postulados a ese cargo, cuyo responsable será seleccionado por el Congreso entrante que tomará posesión el próximo 20 de julio.
El proceso de elección del Contralor (o Contralora) ha tenido varios líos. Primero, la nómina que había decantado el legislativo no contaba con paridad de género; segundo, algunos de sus integrantes tenían cuestionamientos con la justicia.
Tercero –y uno de los motivos de mayor polémica– la definición fue programada para el 3 de agosto, cuando todavía estará Iván Duque en la Casa de Nariño, a falta de cuatro días para que termine su mandato, y no para después del 7 de agosto, cuando Petro ya estaría ejerciendo como mandatario.
Finalmente, la justicia terminó decantando la lista cuando un fallo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca determinó que era necesario revisarla por los líos que tenían algunos de sus integrantes. Posteriormente llegó otro fallo del Tribunal de Medellín que apuntó que la lista debía tener paridad de género.