En momentos en los que la cotización del dólar observa cifras nunca antes vistas en Colombia, pues hoy se pagan $4.513,28 por cada uno, emerge una conversación recurrente en este tipo de coyunturas, y es la que hace referencia a la conveniencia o no de dolarizar la economía colombiana, es decir eliminar el peso y adoptar la divisa norteamericana como moneda oficial.
Con una dolarización total, la moneda estadounidense sería de curso legal y forzoso, se convertiría en el medio de pago y la unidad de cuenta, es decir que los precios de productos y servicios estarían atados a esa denominación.
Así, el peso como lo conocemos hoy desaparecería, los sueldos se recibirían en la moneda norteamericana, y serían estos billetes y monedas los que se llevarían a las tiendas y almacenes. En lo financiero, los activos y pasivos del país también se denominarían en términos de esa divisa.
Analistas consultados, dicen que incluso con el fuerte repunte del dólar en las últimas semanas y un fenómeno que de momento no encuentra techo, no es recomendable dolarizar a Colombia de manera total.
“Primero porque sería forzoso. El dólar sería nuestro medio de pago. Ahora, con un Banco Central independiente es clave mantener una moneda propia y un tipo de cambio flexible por cuenta de la alta inflación que está viendo el país”, asegura Raúl Ávila, profesor de economía en la Universidad Nacional.
Lo otro es que la fuerte subida del dólar, aseguran los analistas, corresponde a un efecto netamente coyuntural y por tal razón no se puede pensar en que la dolarización de la economía nacional sea la salida al fenómeno.
Más efectos de la dolarización
Un documento de la Universidad Externando de Colombia da cuenta de cuáles son los posibles escenarios para dolarizar a Colombia y una de las consecuencias negativas está en que la dolarización limita el rol del Banco de la República.
Este “ha funcionado bajo un mecanismo de control inflacionario, que se llama inflación objetivo, y que ha creado un sistema de tipo de cambio flexible; así mismo, ha ideado una serie de estrategias y de mecanismos que funcionan bien y que han permitido tener una inflación relativamente controlada”, dijo el profesor Juan Nicolás Garzón, de la Facultad de Derecho del Externado.
Un punto clave para ver en la dolarización una salida a la crisis está más en el comportamiento de la inflación que incluso en la misma tasa de cambio.
Ecuador fue ejemplo de esto, esa economía decidió llevar a cabo la dolarización de su economía pues no tenía las herramientas de ponerle coto a la inflación, al tiempo que la actividad económica estaba resquebrajada.
El factor inflación
Para esa economía, en medio de un fenómeno de alza de precios, la inflación ronda apenas el 3,4 %, pero es un escenario del que el estado ecuatoriano al final no tiene control y carece de la capacidad de inyectar dinero a la economía por no tener una moneda propia.
Y si bien Colombia está en máximos de inflación no vistos desde el año 2000, la dolarización en este momento tampoco tendría sentido toda vez que es un fenómeno también coyuntural y con la expectativa de que vuelva a acercarse al 4 % en 2023.
Además, se estaría obviando otro efecto: tener una economía dolarizada eliminaría los beneficios que llegan a los exportadores e importantes cuando hay fluctuaciones no volátiles de la tasa de cambio.
O también impactaría los ingresos por remesas del exterior que reciben los hogares colombianos, un recurso que se convierte en fundamental en momentos de alta inflación y con una tasa de cambio atractiva.
“Existen otros mecanismos de los cuales pueden hacerse uso en Colombia para controlar esos otros efectos, como el de seguir elevando las tasas de interés para presionar a la baja el comportamiento de la inflación”, agregó Ávila.
Finalmente, hay que tener muy presente que el proceso de dolarización no solamente se da de manera oficial, el profesor Garzón recuerda que “en Venezuela, por citar ese caso, en algún momento han propuesto una dolarización oficial, aunque ya hay una dolarización de facto; es decir, pese a que existe el bolívar (la moneda), muchas transacciones y operaciones se efectúan en dólares, porque es una moneda más estable”.
Voces fuertes
Mientras el precio de la divisa norteamericana arranca esta mañana en un valor récord, el presidente Iván Duque abogó por señales que le quiten la incertidumbre al país.
Según el mandatario, “cuando hay mensajes que generan incertidumbre frente a la inversión de largo plazo o frente a lo que se puede avecinar en los regímenes de inversión en el campo, son cosas que generan esta situación (alzas del dólar)”, expresó Duque ante periodistas, en la ceremonia de entrega del Premio Nacional de Alta Gerencia 2022.
Reconoció que este no es el único país en el que se está evidenciando el aumento del precio del dólar, y señaló cómo Chile está encarando una situación similar, pero insistió en la urgencia de que se den certezas sobre la estabilidad jurídica de largo plazo para la inversión.
En respuesta a las declaraciones de Duque, el presidente electo Gustavo Petro escribió en su cuenta de Twitter: “A quienes hoy están comprando dólares en Colombia, con el mayor respeto tengo que anunciar, que cuando los pongan de nuevo a la venta, valdrán menos en ese momento. ¡ojo! No pierdan sus dineros”.
Vale anotar que en las proyecciones económicas recientes de diferentes entidades un dólar superior a los $4.500 no estaba contemplado. En los supuestos económicos del Marco Fiscal de Mediano Plazo del Ministerio de Hacienda la cotización este año es de $3.924.
La Encuesta Mensual de Expectativas Económicas del Banco de la República apunta a $3.837,56 en diciembre, y la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo apuesta por $3.820.
Orden en casa
Lillyam Mesa Arango, presidenta de la Cámara de Comercio Aburrá Sur, no cree que Colombia esté debidamente preparada para una dolarización de su economía en este momento.
Es así como opina que, en otros momentos, el país ha demostrado contar con capacidad suficiente para controlar los fenómenos inflacionarios y los procesos revaluacionistas, y en este caso en particular los factores que hoy presionan el alza en el dólar están más asociados a factores internos que a los fenómenos externos que la impactan.
“En ese sentido, y descontando los efectos exógenos que inciden hoy en la tasa de cambio como la inflación mundial o la guerra de Ucrania, creo que la acción más urgente y prioritaria para bajarle presión a la misma está condicionada a las señales, los mensajes y las directrices que comience a impartir el Gobierno entrante”, manifestó Mesa.
Y es que según ella, es necesario que el presidente electo, Gustavo Petro, fije unas posturas más claras y concretas frente a las no pocas incertidumbres ciudadanas, con el fin de “airear” la economía y subsanar los temores y las angustias de los inversionistas, los empresarios y muchos otros actores que están en “modo espera” al respecto.
En contraste, María Claudia Lacouture, directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana, estimó que no es conveniente suponer que el mercado de divisas está fuera de control.
“Tampoco se debe alimentar la inestabilidad por las incertidumbres que se antojan especulativas en tiempos de cambios de dirección en el Gobierno Nacional, máxime si las señales que hay de que habrá un manejo serio y responsable en manos del ministro designado de Hacienda, José Antonio Ocampo, un hombre con conocimiento y experiencia suficiente para hacerle frente a la situación”, comentó la exministra de Comercio.
Una locura
Uno de los sectores altamente sensible al comportamiento del dólar es el del comercio exterior, pues los empresarios para el despacho o recepción de mercancías dependen de lo que pase con esa moneda: si se incrementa su valor, como ocurre en la actualidad, resulta favorable para los que venden en el extranjero, pero no para quienes deben traer productos de afuera.
El presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz Molina, sostiene que en momentos como los actuales, de dólar alto, lo que se demuestra es que una eventual dolarización de la economía nacional sería una locura.
“Perder el manejo de la política monetaria sería absurdo. Lo que está ocurriendo es un fenómeno mundial y lo están afrontando diversos países en el mundo. Colombia no es el que está más afectado, hay que mirar el euro que es una moneda que está muy golpeada”, comentó el dirigente.