Para este viernes 8 de julio estaba programada la acusación en contra de Jhonier Leal por el doble asesinato a su hermano Mauricio Leal y a su mamá, Marleny Hernández.
En la audiencia, Mario Burgos, el fiscal que ha llevado el conocido caso que conmocionó al país, le pidió a la jueza que Jhonier pague entre 480 a 600 meses de prisión, es decir, entre 40 a 50 años.
Los delitos por los que podría llegar a ser condenado a esa cantidad de años son dos: homicidio agravado y ocultamiento, alteración y destrucción de pruebas. De estos, el preso en la cárcel La Picota dice ser inocente, porque si bien en un principio confesó haberlos cometido, luego se retractó y expuso presiones por parte de la Fiscalía.
Por ese giro en el caso, es que se cayó el preacuerdo que había armado su entonces defensa con el ente acusador, y que ahora lo tiene en la puerta de un juicio con distinta abogada y con la puerta abierta para que lo procesen por el delito de tortura, el cual siempre ha pedido el abogado de las víctimas, Elmer Montaña.
Hasta el momento, las evidencias que recogió la Fiscalía en el Conjunto Arboreto, ubicado en La Calera, dan cuenta de la supuesta sevicia con la que actuó Jhonier durante al menos seis horas para matar a su hermano y mamá en noviembre del año pasado.
Estas pruebas fueron expuestas en una rueda de prensa por el fiscal general Francisco Barbosa, quien detalló que “no hay crimen perfecto”, haciendo referencia al rastro que dejó el acusado que permitió a los agentes desenredas el doble crimen.
En la escena hubo puertas cerradas, cuchillos, manchas de sangre de Mauricio y Marleny, quienes solamente estuvieron acompañados por Jhonier los días 21 y 22 de noviembre en la casa campestre avaluada en cerca de $2.000 millones.
Tras la acusación, se espera que el detenido permanezca en la cárcel La Picota mientras se desarrolla lo que sigue del juicio, y se aclara con Medicina Legal el otro delito que le piden imputar, el cual siempre ha negado la Fiscalía.