Armar una cartera de inversión que esté diversificada entre bonos y ETFs le permitirá cobrar una renta periódica en dólares.
Tras cobrar la prima, muchos trabajadores deciden ahorrar y pagar deudas, pero algunos se animan a invertir el capital en pesos. En este último caso, una de las formas de hacerlo es con el objetivo de cobrar una renta periódica en dólares. Afortunadamente, armar un portafolio que cumpla con este cometido es sencillo.
Bonos corporativos
En primer lugar, el inversor que cobra la prima y quiera obtener un flujo de dinero en dólares debe prestarles atención a las obligaciones negociables o bonos corporativos.
Estos instrumentos financieros de renta fija consisten en deuda que emiten las compañías y que los inversores adquieren a cambio de un interés. Aquellos que reparten una renta periódica en ‘dólar’ corresponden a empresas con alta calidad crediticia y con buenos niveles de solvencia en moneda extranjera.
El funcionamiento es sencillo: el inversor compra bonos o suscribe su capital en la licitación primaria y, al cabo de un tiempo, comienza a cobrar la renta en moneda dura que se deposita automáticamente en su cuenta comitente (la cuenta del bróker).
Según la oferta y demanda del momento, las cifras pueden variar, pero, a día de hoy, las obligaciones negociables promedio suelen brindar una rentabilidad de entre el 7% y el 8% anual en dólares.
En este marco, Sergio Minoia, asesor financiero en Balanz Capital, aconsejó: “En inversiones relativamente moderadas (ni conservadoras ni de alto riesgo) me inclino por bonos corporativos de empresas, particularmente del sector energía”.
Dependiendo del bono, las rentas serán semestrales o trimestrales, pero se puede estructurar la cartera para gozar de un flujo de fondos mensual.
Para Ramiro Goncalves, asesor financiero independiente, al comprar obligaciones negociables, hay que tener en cuenta la tasa interna de retorno (TIR), es decir, la rentabilidad; la fecha de vencimiento y su duración.
ETFs
Por otro lado, es importante complementar el portafolio con ETFs de dividendos. Los ETFs son instrumentos financieros que representan un grupo de acciones del exterior, y que, claramente, están vinculados a la evolución del dólar.
Para que la prima se convierta en un ‘generador de rentas en dólares‘, hay que centrarse en aquellos ETFs que correspondan a compañías sólidas y con larga trayectoria que distribuyan dividendos entre sus accionistas.
Si bien hay cientos de ETFs que reparten ganancias periódicas, los más atractivos son los que brindan una tasa por dividendos de entre 2,5% y 6% anual en dólares, en promedio. Algunos de los más destacados son Vanguard Total Stock Market, Invesco Powershare, iShares Nasdaq Biotech, Vanguard S&P 500 y iShares Dividend Growth, entre otros.
Sin importar si el precio de las acciones fluctúa tanto al alza como a la baja, la compañía se encargará de repartir los beneficios trimestre tras trimestre, los cuales se depositarán automáticamente en la cuenta del inversor.