Tal como lo reportó la víspera el presidente Iván Duque, dos naufragios de hace más de 300 años, se encontraron en la misma zona en la cual se hundió el Galeón San José y la Armada Nacional los captó a más de 600 metros de profundidad en el Mar Caribe colombiano.
Los restos corresponden a un barco colonial y el de una goleta de la época republicana «naufragios que no habían sido reportados y que se suman al contexto histórico patrimonial del Caribe colombiano», precisó la Armada. Valga señalar que el San José fue construido en 1698 y hundido el 8 de junio de 1708 con cerca de 11 millones de monedas de ocho escudos en oro y plata que había recogido en la feria de Portobelo, Panamá.
Con equipos de alta tecnología realizamos un trabajo de observación no intrusiva en el fondo del mar donde reposa el Galeón San José, comprobando que este patrimonio de la humanidad se encuentra intacto y no ha sufrido alteraciones por la acción humana.
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— Armada de Colombia (@ArmadaColombia) June 7, 2022
La Armada advirtió que con la Dirección Marítima, en un trabajo de observación no intrusiva, realizado en el sitio donde reposa el Galeón San José, hundido en la batalla de Barú por la flota británica del comodoro inglés Charles Wagner, se comprobó que este no ha sufrido intervención o alteraciones por acción humana.
Agregó que este trabajo ha sido validado por miembros de la Comisión de Antigüedades Náufragas y del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH, entidades adscritas al Ministerio de Cultura. Es así como la Armada de Colombia desarrolló la planeación, preparación y ejecución de las cuatro campañas de observación en las que se emplearon equipos de alta tecnología y herramientas informáticas para el procesamiento de la información y la comprobación del estado del naufragio.
La Armada estableció igualmente que para lograr esta comprobación, fue necesario un riguroso proceso de fortalecimiento y adquisición de capacidades técnicas con la utilización de un vehículo operado remotamente – ROV y de competencias de un grupo interdisciplinario de especialistas colombianos, con altos estándares de seguridad y las mejores prácticas en protección de este tipo contextos arqueológicos sumergidos.
El Almirante José Joaquín Amézquita, Director General Marítimo detalló que se captaron con un nivel de detalle nunca antes apreciado, los cañones, las monedas de oro u octavos reales, ánforas, botijas, lingotes de oro y una vajilla china en perfecto estado de conservación.
“Con las inscripciones descubiertas se pudieron determinar los sitios de fabricación de los cañones del barco, en Sevilla y en Cádiz, en el año 1655. Aprecian ustedes diferentes objetos de oro; aparecen las macuquinas (monedas) de Ocho Reales, con la acuñación propia de la época”, añadió.
«El Gobierno Nacional ratifica su compromiso con la protección de los Bienes de Interés Cultural, que hacen parte del patrimonio histórico de los colombianos y seguirá trabajando de manera integral en el estudio y preservación de la riqueza arqueológica nacional», puntualizó la Armada Nacional.