La alcaldesa encargada de Medellín tiene 31 años y nueve años de experiencia laboral.
Con dos meses como secretaria y sin una trayectoria reconocida en el sector salud de la ciudad, a Jennifer Andree Uribe Montoya le tocó enfrentar la peor crisis de salud pública posible, una pandemia que la obligó a ponerse al frente del plan de contención y mitigación del covid y posterior plan de vacunación.
Uribe Montoya nació hace 31 años en el barrio El Playón, Comuna 2, al Nororiente de Medellín. Es la mayor de cuatro hermanos que se criaron en un hogar monoparental con madre cabeza de familia. Se graduó como enfermera en la Universidad de Antioquia y como especialista en Gerencia en Servicios de Salud de la Universidad Católica Luis Amigó.
Su primera experiencia laboral fue como enfermera en mayo de 2013 en el Hospital Marco Fidel Suárez. Un mes después pasó a la Clínica Antioquia donde ofició como enfermera durante 22 meses en las áreas de hospitalización de adultos, pediatría y urgencias, hasta abril de 2015, cuando pasó a la Clínica Cardio VID donde estuvo durante año y medio atendiendo en hospitalización, tiempo en el cual también coordinó el proceso de historia clínica electrónica.
A partir de noviembre de 2016, con una experiencia de tres años en el ejercicio de enfermería y sus primeros pinos en gestión de servicios, llegó a liderar la estrategia TIC y Salud, del Ministerio de las TIC, a donde la llevó el entonces viceministro Daniel Quintero y allí estuvo dos años.
Al salir en diciembre de 2018 se enlazó con la Alcaldía de La Estrella donde trabajó siete meses en auditoría en salud. Para cuando fue elegida secretaria de Salud, en enero de 2020, llevaba tres meses sin cargo alguno.
Tras su designación hubo críticas por el hecho de que dos secretarios de despacho, ella y Esteban Restrepo (entonces de Gobierno), sostuvieran una relación sentimental, lo que si bien no era una inhabilidad sí era un claro vínculo de nepotismo.
Pese a su incipiente recorrido, el surgimiento de la pandemia en marzo de 2020 la catapultó hasta la primera fila de notoriedad entre el gabinete de Daniel Quintero y le valió el reconocimiento del gremio sanitario, tal como lo hizo la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia en agosto de 2021 al resaltar su gestión en el manejo de la pandemia.
Esta semana el Instituto Nacional de Salud reconoció la labor de la Secretaría por su “apoyo, liderazgo y trabajo innovador” durante la pandemia.
Pero además de lidiar con la pandemia, sin contar con experiencia previa en cargos de liderazgo y gerencia, Uribe Montoya tenía el deber de ejecutar proyectos y programas fundamentales de infraestructura y cobertura en salud que eran urgentes para la ciudad.
No obstante, también hay cuestionamientos por los resultados en varios programas.
Tras finalizar el segundo año del cuatrienio, dos proyectos bandera, como la nueva infraestructura del Hospital Mental y una serie de adecuaciones de accesibilidad para varios centros de salud, que hoy no se ajustan a la ley, presentan una ejecución del 0%. Otros dos, como la ampliación de la Unidad Hospitalaria de Santa Cruz y el programa de gestión de zoonosis, apenas tienen el 20% de ejecución.
Dos años y medio después de asumir como secretaria de Salud, Andree Uribe saltó a ocupar el máximo cargo de la Alcaldía de Medellín, en calidad de encargada, tras ser designada por el presidente Iván Duque para presidir la administración municipal mientras se resuelve la sanción de Daniel Quintero.
Y aunque la misma Uribe reiteró en varios medios de comunicación ayer que espera estar solo unos días al frente de la alcaldía porque su deseo es que “le devuelvan pronto el cargo al alcalde Daniel Quintero”, conviene repasar los hechos puntuales que han marcado su corta carrera como secretaria.
Fuente El Colombiano.