Este domingo falleció Beatriz Hernández de Ordóñez, la esposa del exprocurador y exembajador ante la OEA Alejandro Ordóñez.
Uno de los primeros en pronunciarse fue el expresidente Álvaro Uribe, quien a través de su cuenta en X lamentó su muerte.“Mucha tristeza nos causa el fallecimiento de doña Beatriz, esposa del dr Alejandro Ordóñez, ex Procurador y ex Embajador ante la OEA, a quien damos nuestro más sentido pésame, y a toda la familia”, escribió Uribe Vélez en su cuenta en la red social.
Mucha tristeza nos causa el fallecimiento de doña Beatriz, esposa del dr Alejandro Ordóñez, ex Procurador y ex Embajador ante la OEA, a quien damos nuestro más sentido pésame, y a toda la familia
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) September 24, 2023
Aunque a esta hora se desconoce la causa exacta de la muerte de Beatriz de Ordóñez, lo cierto es que durante años ha padecido esclerosis lateral amiotrófica (ELA)
“Pensaba que padecía un cáncer avanzado, pero el médico me tenía otro diagnóstico, no menos crítico: tienes una enfermedad muy fea y dura: esclerosis lateral amiotrófica (ELA)”, dijo Beatriz de Ordóñez.
El diagnóstico de Beatriz fue realizado por una neurofisiatra en 2018, luego de que acudiera a ella debido a síntomas como cansancio y dificultad para caminar.
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Portales especializados en salud, como Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de los Estados Unidos, describen la enfermedad así:
“En la ELA, las células nerviosas (neuronas) motoras se desgastan o mueren y ya no pueden enviar mensajes a los músculos. Con el tiempo, esto lleva a debilitamiento muscular, espasmos e incapacidad para mover los brazos, las piernas y el cuerpo. La afección empeora lentamente. Cuando los músculos en la zona torácica dejan de trabajar, se vuelve difícil o imposible respirar”.
Por cuenta de la ELA y del impacto al sistema muscular, desde 2021, la esposa del exprocurador Alejandro Ordóñez tuvo que movilizarse en silla de ruedas. Beatriz, que profesó la fe católica, le dijo a SEMANA en el pasado que pese a su dificultad para caminar, contó con la ayuda de Dios y el apoyo de su familia para afrontar los momentos difíciles por cuenta de la enfermedad.
“Ya no camino, pero mi Dios me ha dado muchas piernas, las de mi familia. Todos están siempre atentos a darme el apoyo que necesito y así todo ha sido más llevadero”, dijo.