Por un lado, este viernes se conoció que la Corte Suprema compulsó copias para indagar si el entonces senador pagó por votos en las elecciones legislativas de 2018 en Maicao, La Guajira; por el otro, la Fiscalía intenta establecer si el supuesto ingreso de 15.000 millones de pesos a la campaña del presidente Gustavo Petro vino por parte de Benedetti y si tiene orígenes ilegales.
En ese último caso, además, el exembajador funge como testigo dentro del expediente del robo a la casa de la exjefa de gabinete, Laura Sarabia, en el que él decidió guardar silencio alegando motivos de seguridad.
En efecto, Benedetti tenía una cita ante el ente acusador este viernes en la que debía declarar qué sabía de esos dineros y del caso Sarabia, un tema en el que él mismo ha buscado ser protagonista tras filtrar chats y conversaciones privadas con la exfuncionaria y hasta con el presidente Petro.
Pese a que el exembajador alegó hasta el último momento que no había sido notificado de manera formal por la Fiscalía, asistió a la sede de manera presencial y se apegó a su derecho de “guardar silencio” alegando que existen múltiples amenazas que atentan contra seguridad relacionadas con esas declaraciones.
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Avanza el caso Sarabia
Lo cierto es que esos casos de Benedetti –sumado a los otros expedientes que tiene con la justicia por enriquecimiento ilícito, calumnia, lavado de activos, entre otros– tomaron especial relevancia luego de que el exembajador fuera salpicado en el escándalo por presunto abuso de poder y chuzadas de Laura Sarabia.
El caso se ha movido tanto que hasta la Procuraduría anunció una inspección a las oficinas del Departamento Administrativo de la Presidencia, Dapre, con el objetivo de recolectar pruebas por posible uso irregular del polígrafo presidencial.
Mientras esas decisiones andaban en el ministerio Público, la exjefa de gabinete habló ante la Fiscalía y entregó versiones completamente diferentes a las que se conocían hasta ahora sobre el robo que generó todo el escándalo.
Tras decir que el hurto había sido de una maleta con 4.000 y luego 7.000 dólares, esta vez Sarabia dijo que en realidad el dinero había sido robado en bolsas negras y que, además, los ladrones también se llevaron documentos importantes de presidencia.
Este último dato, que además es la primera vez que sale a flote, le ayudaría mucho a Sarabia para salir bien librada de la justicia, pues su defensa argumentaría que el robo ponía en riesgo la seguridad del presidente y del país, por esos documentos sensibles, y que por eso se justificó el uso del polígrafo de presidencia en la niñera Marelbys Meza.