En el tercer debate de los 8 que requiere por tratarse de un acto legislativo para convertirse en ley, la Comisión Primera de la Cámara de Representantes aprobó la Reforma Política. Mantuvo la facultad de la Procuraduría para sancionar a los funcionarios elegidos por voto popular, pero hundió el voto obligatorio. Además, dio luz verde para que los congresistas puedan ser nombrados ministros.
La corporación aprobó el transfuguismo para que los congresistas puedan cambiarse de partido por una sola vez, así como las listas cerradas y paritarias para las elecciones a corporaciones públicas.
El voto obligatorio se hundió porque en concepto de los congresistas es una propuesta inconveniente.
El representante chocoano James Mosquera definió el criterio generalizado en la corporación: “Colombia no está preparada para el voto obligatorio».
Además señaló: «No tenemos las condiciones de logística ni seguridad para nuestros campesinos sean obligados a ir a una votación, que de pronto está siendo amenazado por grupos y actores al margen de la ley que muchas veces cohesionan su voto”.
En cambio, la comisión eliminó la propuesta de quitarle a la Procuraduría la facultad de sancionar funcionarios elegidos popularmente.
“Con excepción de la sanción de pérdida de investidura, las limitaciones de los derechos políticos de las personas solo podrán ser proferidas por una autoridad judicial competente en proceso penal”, establece el texto aprobado por la corporación.
También aprobó la disminución a 25 años la edad para ser elegido congresista. Actualmente para ser senador se debe tener más de 30 años de edad.
El ministro del Interior, Alfonso Prada, defendió incluso la medida de que sea a los 18 años: “Tenemos la convicción plena de que los jóvenes 18 años tienen la capacidad de defender las causas más profundas. Vale la pena escucharlas en el recinto del Congreso de la República».
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Además señaló que el presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez «han reconocido que el voto de los jóvenes fue determinante para cambiar el rumbo del país”.
Los congresistas mantuvieron la propuesta de que el Estado sea el que financie las campañas políticas en hasta el 80% y aprobaron las listas cerradas.
Adicionalmente, eliminaron las inhabilidades que hoy tienen los congresistas para ocupar cargos el Gobierno Nacional y, en consecuencia, puedan ser nombrados ministros.
El ministro Prada defendió la iniciativa bajo el argumento de que en los partidos hay gente muy competente que tiene las capacidades necesarias para asumir tareas en el Ejecutivo.
Y añadió: “Lo coherente es que si se declara como oposición o independiente no esté en el Gobierno y venimos a controvertir con diferencia, pero si el partido se declara de gobierno nada lo elimina para proponer cogobernar si es corresponsable de lo bien o lo mal que le vaya al Gobierno, por esa razón creemos que nombrar una persona propuesta por un partido es parte de un régimen que plenamente compatible con las reglas constitucionales.
La reforma política, que fue aprobada tras más de 12 horas de discusión, aún le falta surtir otros cinco debates para pasar a sanción presidencial.